La Reina Letizia estrena pendientes de una marca valenciana en homenaje a los afectados por la DANA

Vuelve la normalidad a la agenda de los Reyes Felipe y Letizia tras los sucesos vividos durante su viaje a Valencia para ver en primera persona los efectos que causó la DANA.

Como era de esperar, la Reina ha lucido un look neutro, nada llamativo, en sus dos primeros actos tras su desplazamiento a la capital del Turia, la recepción a una representación de la Asociación Española de Porfiria y a otra de code.org.

Para ello, ha recurrido a su uniforme de trabajo, un discreto traje de pantalón en tono verde grisáceo de blazer cruzada y pantalón recto al tobillo. Es un traje de la marca Bimba y Lola que Doña Letizia estrenó en el año 2021.

Lo ha combinado de forma también discreta, con camiseta negra que casi no se veía pues llevaba la americana completamente abrochada, y zapatos negros de punta estrecha y tacón bajo, de Magrit.

Lo más remarcable de su look eran los pendientes en forma de estrella, pertenecientes a la marca valenciana Singularu, sin duda un guiño a los afectados por la DANA en esa provincia.

Se trata del modelo Superstar, están realizados en acero inoxidable con baño de oro y en la página web de la marca se venden actualmente por 17,99 euros, aunque en su origen costaban 19,99 euros.

Estos pendientes reunían varias características muy afines a Doña Letizia. Además de hacer el guiño a los afectados por al DANA, Singularu es una marca nacida en 2014 de la mano de por los emprendedores Cristina Aristoy y Paco Tormo, que apuesta por realizar joyas sostenibles.

Singularu, afectada por la DANA

El viernes 8 de noviembre, la marca emitió un comunicado en el que anunciaba la reanudación de sus actividades, después de que la riada del día 29 de octubre destruyera por completo su almacén y sus oficinas, situadas en la localidad de Picanya.

También informaba de que, afortunadamente, en el momento de la riada no había ningún empleado en las instalaciones, por lo que no tuvieron que lamentar ninguna desgracia personal entre sus cerca de 300 trabajadores.

El equipo de la marca trabajó desde el primer momento, según informó, con proveedores, fabricantes y empleados para superar los efectos de la catástrofe.

"Es un momento de gran desafío, pero también de compañerismo y equipo. Aunque los daños materiales son importantes, sabemos que son recuperables", afirmó Cristina Aristoy, CEO y fundadora de Singularu, "el inmenso apoyo recibido nos ha permitido empezar a retomar la actividad, y nos sentimos muy afortunados por el respaldo de todos".